HEBREOS 12:13
"y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, antes sea sanado."
En esta vida todos tenemos algún defecto que nos define y del cual toman debida cuenta los que nos rodean.
Es más, cuando ese defecto es físico y evidente, se nos suele identificar con el nombre de ese defecto, por ejemplo:
"ahí viene el gordo..." o "el sordo" o "el cojo..." etc.
En el mundo espiritual es lo mismo, nuestros defectos saltan a la vista y la gente que nos rodea pueden apreciar de qué pie "cojeamos".
Pero hay cojeras espirituales que nos persiguen desde hace años y que no nos dejan avanzar ("despojaos de todo peso") y eso debe ser sanado, por ejemplo el que tiene temor a ciertas responsabilidades, el que ha tenido un hábito inmoral durante mucho tiempo y lucha por dejarlo, el que es débil a la hora de denunciar el pecado y se deja arrastrar por otros, el que no tiene conducta en el momento de enfrentar una situación que le desborda, o a la hora de comer, o de hablar. El que tiene falta de disciplina en su vida personal, o de higiene, el que está dominado por el egoísmo, el que roba, el que miente, etc.
Estos son defectos que deben ser corregidos o sanados, porque nos pueden sacar del camino recto y desviarnos por otros caminos que no llevan a casa.
Para ello es necesario venir a los pies de Jesús, dejar ahí esa carga y disponernos a hacer sendas derechas, esas sendas derechas no las va a hacer el Señor por nosotros, debes ser tú mismo el que de el primer paso confesando que no puedes salir por ti mismo, por tus esfuerzos, y en segundo lugar pedir ayuda a aquel que se compadece de ti, luego empezar a cambiar de hábito, lo cual te va a costar mucho porque no es fácil, pero ese "hacer" y ese "querer" los pondrá Dios mismo en tu corazón, para que no sean tus esfuerzos, sino la gracia, la misericordia y el poder del Espíritu Santo en tu vida.(Filipenses 2.13).
Si estás lleno del Espíritu Santo y encendido, es más facil que seas sanado de tu cojera, el mismo poder que levantó a Cristo de los muertos es el que opera en ti.(Romanos 8:11) y te levantará de tu miseria y tendrás un nuevo comienzo.
No importa tu edad, ni el nivel de cojera que tengas, a veces adquirimos esa cojera cuando somos niños y la arrastramos toda la vida,(2ªSamuel.9) otras veces no somos consciente de ello. Pero en todos los casos podemos ser sanados, y esa energía que gastamos diariamente en tratar de purificarnos, la podremos emplear en establecer el Reino de Dios aquí en la Tierra.
Jesús era un experto en detectar gente rota cuando caminaba por la Tierra y acudía enseguida en su
ayuda.
Recordemos el caso de la mujer Samaritana (Juan 4.5-43), María la prostituta (Lucas 8.3), Mateo, el recaudador de impuestos (Mateo 9.9), Zaqueo el publicano (Lucas 19.2). el endemoniado gadareno, el paralitico de Bethesda, el ciego de nacimiento, todos ellos eran gente que habían sido señalados por la sociedad como gente de segunda clase.
Dios tiene un especial interés por todos los que están necesitados de amor y aceptación y que acuden a Él sin fingimiento tan rotos y necesitados como están. Con su propia cojera.
excelente
ResponderEliminarGracias amigo, un placer poder ser d bendición. Pásalo bien.
EliminarBuenísimo. Gloria a Dios hermano. El Señor te bendiga en gran manera. Abrazo
ResponderEliminarUn abrazo, gracias.
Eliminargracias x la palabra viva del rey que nuestro rey te colme de su gracia
ResponderEliminarGracias amigo, me alegro poder haber sido de bendición, perdón por no responder antes
EliminarAsí es uno sirve a Dios con cojera pero gloria a Dios que el nos recibe y nos sana y libera de la cojera
ResponderEliminarGracias por el comentario, que Dios le bendiga
EliminarGracias por el comentario. Esta es la actitud que agrada a Dios, EL CORAZÓN CONTRITO Y HUMILLADO.
ResponderEliminarBendiciones e aprendido de esta palabra
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