busca lo espiritual
desde el fondo de mi corazón creo que estamos viviendo una época muy difícil en todos los sentidos:
La juventud de nuestros días no sabe a donde va, se le acaban las opciones en medio de una sociedad elitista y competitiva donde pocos son los que triunfan y el trabajo y las oportunidades de tener un futuro desaparecen poco a poco cuando pasan los años. Por lo tanto la filosofía de esta sociedad tiende cada vez más a disfrutar del momento y no pensar en el futuro.
Esto unido a la inseguridad que va creciendo cada vez más en nuestras calles, la falta de moralidad de las personas que nos rodean, donde a lo bueno se le llama malo y a lo malo bueno.
la falta de integridad alarmante en los que nos gobiernan que no piensan en el bien del país sino en el suyo propio
El calentamiento global que va también en aumento junto con una des-forestación y explotación de los recursos naturales excesiva en pro de la industrialización y enriquecimiento de muchos.
El haber sacado a Dios de las escuelas, de la política, de los matrimonios y de la sociedad en general, en pro de un humanismo cada vez más lejos del creador. Donde todo vale, mientras no hagas daño a nadie.
Las graves desigualdades entre los pueblos, donde unos mueren de hambre o en medio de una guerra sin sentido y otros viven rodeados de tanta opulencia que no llegan a disfrutarla en su totalidad.
y que decir de las guerras, atentados y luchas de poder económico entre las naciones sin importar las consecuencias
El drama de la inmigración tanto en Europa como en América que deja saldos alarmantes de muertes y abusos de las mafias que operan en estas áreas.
Las mafias de la droga y la prostitución, abusos sexuales en todas las areas,
En fin, todo esto no es más que un pantallazo general de lo que está ocurriendo en este mundo, y no quiero ser pesimista, pero la realidad es abrumante, esto es lo que vemos.
PERO ...amigos... hay otra realidad que no vemos. y no es más real lo que podemos palpar y comprobar con nuestros propios ojos, esa realidad es LA ESPIRITUAL.
Nos movemos en tres dimensiones, pero existe una cuarta dimensión, que no se puede medir con las herramientas físicas y esa dimensión es la espiritual. El amor no es algo físico sino espiritual, la conciencia, la intuición, los pensamientos, la voluntad, etc.
Estas cosas no se pueden ver, pero son tan reales como la vida misma, y sin ellas la vida no tendría sentido, seriamos como robots, destinados a cumplir una función y morir
Y esta otra realidad nos lleva a pensar que hay alguien allá arriba que todavía tiene el control de todo lo que pasa y ya nos advirtió de lo que está pasando hace muchos años, ese alguien es Dios nuestro padre celestial.
El sabe que este mundo precioso que él creó perfecto se ha echado a perder por la acción del hombre perfecto que él también creó.
El nos dió libre albedrío y esto es lo que hemos hecho con nuestras acciones, ahora toca volvernos a nuestro creador, pedirle perdón por nuestra forma de pensar y actuar y volver a ponerlo en el lugar que se merece, en el centro de nuestra alma, de nuestros pensamientos, sentimientos y voluntad y volver a tener con el esa comunión que tanto bien nos hace en nuestro espíritu.
De esta manera no vamos a cambiar el mundo, el mundo seguirá de mal en peor, pero podremos cambiar nuestra pequeño núcleo donde nos movemos. y así ser una pequeña luz en medio de tantas tinieblas.
"No puedes arrancar todas las malas hiervas del campo, pero puedes mantener tu pequeño jardín limpio y plantar lindas flores en él"
Tambien he de decir que hay personas en este mundo que no tienen a Dios en sus vidas y son bellas personas, comprometidos con los demás y con el medio ambiente, eso es loable, pero lo que ellos hacen no trasciende este mundo, todo se quedará aquí, pero la relación con Dios es eterna, para el cristiano la vida en la tierra no es más que un pequeño peregrinaje hacia la ciudad que tiene un buen fundamento cuyo arquitecto y constructor es Dios y todo lo que haga en este mundo tiene su repercusión en el otro. Aquí estamos de paso y nos espera algo mejor cuando morimos.
Jesús, el hijo de Dios, vino a este mundo para mostrarnos el camino, la verdad y la vida. Si tienes amistad con él y dejas que sea el dueño de tu vida encontraras esta vida más llevadera y después la vida eterna que el ha prometido a los que creen.
Juan 11, 25 "...el que cree en mi tiene vida eterna"
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