paz en la tormenta. 



“Había una vez, un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron y el rey observó y admiró todas las pinturas que le presentaron, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos aquellos que miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz perfecta. 

La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacifico. 

Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado placidamente un pajarito en el medio de su nido... “ Paz perfecta... ¿Cual crees que fue la pintura ganadora? 

El Rey escogió la segunda. ¿Sabes por qué? 

"Porque," explicaba el Rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz.

Como dice el salmista: “en paz me acostaré y asimismo dormiré, porque solo tú Señor me haces vivir confiado” Salmo 4.8. Y precisamente David no era una persona que vivía en un ambiente pacífico, fuera tenía enemigos que buscaban insistentemente acabar con su vida, dentro tenía una familia con muchos problemas internos, tanto es así que incluso uno de sus hijos se rebeló contra él y lo quería matar, sin embargo, encontró ese refugio, esa paz, en la presencia de Dios.

La paz verdadera viene de la mano de la fe. Porque la fe es el descanso del alma en las promesas y en el carácter de Dios. Cuando tienes fe puedes confiar que todo saldrá bien y que aquel que cuida las aves del cielo y hace crecer las flores del campo también cuidará de ti, y eso traerá paz a tu alma.

no pierdas hoy esa paz

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