Querido Dios:

Te escribo para saludarte y porque ahora sí tengo que decirte algunas cosas que no me están gustando demasiado, pues las cosas que están pasando en la tierra no son muy agradables, el mensaje de paz y amor que trajiste a la Tierra hace 2000 años está dejando de tener sentido, pues el egoismo y la maldad se han multiplicado a lo largo de estos años.

Por ejemplo, la paciencia de la gente se está acabando por completo, igual que la prudencia y la tolerancia.

Ya quedan poquitas esperanzas y la fe, está también en momentos bajos. La imaginación también está escaseando por estos rumbos.

Así que quisiera pedirte que nos eches un cable.

Para empezar me gustaría que rellenaras las reservas de paciencia y tolerancia (pero hasta el tope), y mándanos por favor el curso intensivo "Cómo ser más prudente", volúmenes 1, 2 y 3.
Envíame también varias bolsas grandes, pero "bolsones" de madurez que tanta falta nos hace.

También quisiera un baúl de sonrisas, de esas que alegran el día a cualquiera. Te pido que me mandes dos piedras grandes y pesadas para atarlas a mis pies y tenerlos siempre sobre la tierra. Si tienes por ahí guardada una brújula para orientarme y tomar el camino correcto, te lo agradecería mucho. Regálame imaginación otra vez; pero no demasiada, porque debo confesar que en algunas ocasiones tomé grandes cantidades y me empachó.

Nuevas ilusiones y una doble ración de fe y esperanza también me caería excelente. Te pido también una paleta de colores para pintar mi vida cuando la vea gris y oscura. Me sería muy útil un bote de basura para tirar todo lo que me hace daño.

Por favor mándame un rollo de vendas y una cajita de tiritas para sanar mi corazón, porque últimamente ha tropezado bastante y tiene muchos raspones, casi se me hace añicos. Te pido unos discos, porque tengo el cerebro lleno de información y necesito espacio para guardar más. Te pido muchas zanahorias, para tener buena vista y no dejar pasar las oportunidades por no ver las cosas positivas de la vida.
Necesito también un reloj grande, muy grande, para que cada vez que lo vea me acuerde que el tiempo corre y no debo desperdiciarlo. Podrías mandarme muchísima fuerza y seguridad en mí mismo, eh? sé que voy a necesitarlas para soportar los tiempos difíciles y para levantarme cuando caiga. También quisiera una cajita de pastillas de las que hacen que crezca la fuerza de voluntad y el empeño, para que me vaya bien en la vida y te pido unas tres o cuatro toneladas de "ganas de vivir", para cumplir mis sueños. Necesito también una pluma con mucha tinta, para escribir todo lo que pude hacer y lo que no he logrado.

Pero más que nada, te pido que me des mucha vida, para lograr todo lo que tengo en mente y para que el día que me vaya contigo, tenga algo que llevarte y veas que no desperdicié el tiempo aquí en la Tierra.

De antemano te agradezco lo que me puedas mandar y te agradezco el doble todo lo que ya me has mandado

Atentamente
Fede

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