Hay circunstancias que no tienen ningún sentido en nuestras vidas.
"Hace poco, mi amigo Robert Vernon, tuvo que enfrentarse
a su propia versión de esa crisis universal. Bob fue
asistente del jefe de la policía de la ciudad de Los
Angeles, donde sirvió por más de treinta y siete años,
de una manera digna de reconocimiento. Cuando se
acercaba el final del período de su cargo lo presionaron
injusta e ilegalmente para que renunciara, debido a sus
conservadoras creencias cristianas. Después que los medios
de comunicación fracasaron en muchos intentos
por desprestigiarlo en el departamento de policía, los
críticos del jefe Vernon comenzaron a indagar en su
vida privada, buscando algo con que pudieran avergonzarlo.
Muy pronto lo encontraron. Alguien descubrió
un casete en el que estaba grabado un discurso
que, hacía catorce años, había pronunciado en su iglesia.
Abase de los comentarios que hizo acerca de la vida
familiar, sacados de contexto y totalmente tergiversados,
presionaron una investigación del trabajo realizado
por Vernon en el departamento de policía. Lo que
hicieron fue una violación de sus derechos amparados
bajo la primera enmienda de la Constitución de los
Estados Unidos.
¿Desde cuándo se puede perseguir a
una persona por expresar sus opiniones religiosas en su
propia iglesia? Esa pregunta esta siendo considerada ahora por los tribunales, pero también en éstos existen evidencias de parcialidad.
Por favor, quiero que comprenda que nunca hubo
ninguna acusación de mala conducta en el cumplimiento
de sus responsabilidades oficiales. Sin embargo, se
llevó a cabo una investigación de gran alcance, para ver
si sus creencias religiosas habían afectado su trabajo.
Finalmente, fue exonerado de todo mal comportamiento,
pero su liderazgo quedó tan perjudicado por la
investigación que tuvo que renunciar. Conozco personalmente
al jefe Vernon, y puedo decir con toda seguridad,
que lo hicieron abandonar su puesto simplemente
por causa de su fe, a pesar de sus treinta y siete años de servicio intachable
a su propia versión de esa crisis universal. Bob fue
asistente del jefe de la policía de la ciudad de Los
Angeles, donde sirvió por más de treinta y siete años,
de una manera digna de reconocimiento. Cuando se
acercaba el final del período de su cargo lo presionaron
injusta e ilegalmente para que renunciara, debido a sus
conservadoras creencias cristianas. Después que los medios
de comunicación fracasaron en muchos intentos
por desprestigiarlo en el departamento de policía, los
críticos del jefe Vernon comenzaron a indagar en su
vida privada, buscando algo con que pudieran avergonzarlo.
Muy pronto lo encontraron. Alguien descubrió
un casete en el que estaba grabado un discurso
que, hacía catorce años, había pronunciado en su iglesia.
Abase de los comentarios que hizo acerca de la vida
familiar, sacados de contexto y totalmente tergiversados,
presionaron una investigación del trabajo realizado
por Vernon en el departamento de policía. Lo que
hicieron fue una violación de sus derechos amparados
bajo la primera enmienda de la Constitución de los
Estados Unidos.
¿Desde cuándo se puede perseguir a
una persona por expresar sus opiniones religiosas en su
propia iglesia? Esa pregunta esta siendo considerada ahora por los tribunales, pero también en éstos existen evidencias de parcialidad.
Por favor, quiero que comprenda que nunca hubo
ninguna acusación de mala conducta en el cumplimiento
de sus responsabilidades oficiales. Sin embargo, se
llevó a cabo una investigación de gran alcance, para ver
si sus creencias religiosas habían afectado su trabajo.
Finalmente, fue exonerado de todo mal comportamiento,
pero su liderazgo quedó tan perjudicado por la
investigación que tuvo que renunciar. Conozco personalmente
al jefe Vernon, y puedo decir con toda seguridad,
que lo hicieron abandonar su puesto simplemente
por causa de su fe, a pesar de sus treinta y siete años de servicio intachable
La experiencia que tuvo el jefe Vemon, nos brinda la
oportunidad de examinar un caso clásico de "fe bajo
fuego". Su situación tiene todas las características típicas:
un acontecimiento muy inquietante; un elemento
de injusticia ("¿Por qué tiene que sucederme esto a
mí?"); un Dios silencioso que pudo intervenir, pero no
lo hizo; y un montón de preguntas sin respuestas. ¿Ha
tenido usted esa clase de experiencia alguna vez?
Hace poco, le pedirnos a Bob que hablara en un
servicio de capilla para los empleados de Enfoque a la
Familia, y él escogió hablar de sus propias dificultades.
Creo que sus observaciones serán muy útiles para usted,
especialmente si en este momento está teniendo sus
propias pruebas. Lo que sigue es lo que este veterano
de la policía dijo a los miembros de nuestro personal:
Cuando ya se veía que muy pronto Darrell
Gates renunciaría como jefe de la policía, un
artículo apareció en una revista de Los Angeles.
Decía así: "Los que están deseosos de librarse de
Cates, deben fijarse bien en quién es el que está
esperando la entrada en escena. Es un individuo
llamado Robert L. Vernon, que tiene creencias
religiosas muy extrañas". Luego, mencionaron
tres cosas que, según se dice, yo había dicho en
un discurso grabado catorce años antes. Me mantengo
firme en lo que realmente dije, y no me
estoy disculpando por ello. Torné esos conceptos
de la Palabra de Dios. Pero la revista torció mis
verdaderos comentarios, y dijo: "En primer lugar,
él cree que la homosexualidad es un pecado".
Eso es cierto. "En segundo lugar", dijeron
ellos, "él cree que las mujeres deben someterse a los
hombres". Eso no es cierto. Yo me había referido
a lo que la Biblia dice acerca del sometimiento
mutuo en la relación matrimonial. En tercer lugar,
mis críticos tergiversaron lo que había dicho
sobre la disciplina de los hijos. Yo estaba hablando
de un padre que no había cumplido la promesa
que le había hecho a su hijo, y lo provocó a ira.
Cuando el hijo se rebeló contra el padre, éste le
dijo: "Si tienes a un hijo rebelde, tienes que quebrar
su voluntad, y para hacer eso tienes que
golpearlo". Yo estaba citando lo que ese padre
había dicho. Esas no eran mis palabras. Después
dije: "¿Quién estaba equivocado en esa situación?
El padre estaba equivocado, no el hijo".
Sin embargo, la revista me atribuyó las palabras
del padre a mí, y luego concluyó diciendo:
"Esto es lo que el jefe Vernon cree acerca de criar
a los hijos". Ellos editaron de tal forma la grabación
que los oyentes sólo escucharon mi voz
recomendando que golpeemos a nuestros hijos
hasta quebrar su voluntad. Les dieron a los medios
de comunicación esa grabación editada, quienes
la dieron a conocer ampliamente. Esa fue
una maniobra muy hábil.
Como resultado, mi reputación fue gravemente
dañada. Finalmente, tuve que abandonar el
Departamento de Policía de Los Angeles, y no he
podido conseguir trabajo en la policía de ningún
otro lugar. Recientemente, hice mi solicitud para
un puesto en la parte norte de Denver, pero ni
siquiera me llamaron para entrevistarme. Es que,
soy un chiflado religioso. Creo cosas raras. Ahora
sé qué fue lo que Salomón quiso decir cuando
a lo que la Biblia dice acerca del sometimiento
mutuo en la relación matrimonial. En tercer lugar,
mis críticos tergiversaron lo que había dicho
sobre la disciplina de los hijos. Yo estaba hablando
de un padre que no había cumplido la promesa
que le había hecho a su hijo, y lo provocó a ira.
Cuando el hijo se rebeló contra el padre, éste le
dijo: "Si tienes a un hijo rebelde, tienes que quebrar
su voluntad, y para hacer eso tienes que
golpearlo". Yo estaba citando lo que ese padre
había dicho. Esas no eran mis palabras. Después
dije: "¿Quién estaba equivocado en esa situación?
El padre estaba equivocado, no el hijo".
Sin embargo, la revista me atribuyó las palabras
del padre a mí, y luego concluyó diciendo:
"Esto es lo que el jefe Vernon cree acerca de criar
a los hijos". Ellos editaron de tal forma la grabación
que los oyentes sólo escucharon mi voz
recomendando que golpeemos a nuestros hijos
hasta quebrar su voluntad. Les dieron a los medios
de comunicación esa grabación editada, quienes
la dieron a conocer ampliamente. Esa fue
una maniobra muy hábil.
Como resultado, mi reputación fue gravemente
dañada. Finalmente, tuve que abandonar el
Departamento de Policía de Los Angeles, y no he
podido conseguir trabajo en la policía de ningún
otro lugar. Recientemente, hice mi solicitud para
un puesto en la parte norte de Denver, pero ni
siquiera me llamaron para entrevistarme. Es que,
soy un chiflado religioso. Creo cosas raras. Ahora
sé qué fue lo que Salomón quiso decir cuando
dijo: "Más vale el buen nombre que las muchas
riquezas" [Proverbios 22:1, LBLA].
Incluso, tengo amigos cristianos que han escuchado
en la radio la grabación, y me han dicho:
"Sabemos que lo negaste, Bob, pero nosotros te
oímos decir que se debe golpear a los niños hasta
quebrar su voluntad". Trate de explicarles, pero
a veces es difícil hacer que las personas comprendan
la verdad. Tengo que confesarles algo.
No sólo me deprimí por causa de esa situación,
sino que también me enojé con Dios. Yeso no
estaba bien.
Aproximadamente por ese tiempo, tuve una
experiencia que me ayudó a aclarar algunas cosas
en mi mente. Mi hijo y yo decidimos flotar
por el río Colorado en una balsa. Ese fue un viaje
dramático, puedo asegurárselos. Comenzarnos
el viaje con dieciocho amigos, en un lugar llamado
Lee's Ferry. Cuando empezarnos a flotar, para
llevar a cabo el viaje que duraría ocho días,
alguien dijo: "Bueno, todos estamos comprometidos".
Seguro que lo estábamos. Al llegar el
tercer día, hubo algunos que estaban hartos del
viaje. Pero no podían hacer nada. No había ninguna
manera de salir de aquel cañón, a no ser río
abajo. Así obra el Señor cuando nos enfrentamos
con un momento de dificultad. No debemos
ponernos a pensar en cómo salir del aprieto.
Simplemente, permanezca firme en su compromiso
y usted saldrá del problema a su debido
tiempo.
Había algunos lugares extremadamente turbulentos
a lo largo del río. Por ejemplo, en Lava
riquezas" [Proverbios 22:1, LBLA].
Incluso, tengo amigos cristianos que han escuchado
en la radio la grabación, y me han dicho:
"Sabemos que lo negaste, Bob, pero nosotros te
oímos decir que se debe golpear a los niños hasta
quebrar su voluntad". Trate de explicarles, pero
a veces es difícil hacer que las personas comprendan
la verdad. Tengo que confesarles algo.
No sólo me deprimí por causa de esa situación,
sino que también me enojé con Dios. Yeso no
estaba bien.
Aproximadamente por ese tiempo, tuve una
experiencia que me ayudó a aclarar algunas cosas
en mi mente. Mi hijo y yo decidimos flotar
por el río Colorado en una balsa. Ese fue un viaje
dramático, puedo asegurárselos. Comenzarnos
el viaje con dieciocho amigos, en un lugar llamado
Lee's Ferry. Cuando empezarnos a flotar, para
llevar a cabo el viaje que duraría ocho días,
alguien dijo: "Bueno, todos estamos comprometidos".
Seguro que lo estábamos. Al llegar el
tercer día, hubo algunos que estaban hartos del
viaje. Pero no podían hacer nada. No había ninguna
manera de salir de aquel cañón, a no ser río
abajo. Así obra el Señor cuando nos enfrentamos
con un momento de dificultad. No debemos
ponernos a pensar en cómo salir del aprieto.
Simplemente, permanezca firme en su compromiso
y usted saldrá del problema a su debido
tiempo.
Había algunos lugares extremadamente turbulentos
a lo largo del río. Por ejemplo, en Lava
Fans la balsa descendió vertícalmente once metros,
por una distancia de más de veintidós metros.
Cuando nos acercábamos a un lugar como
ésos, el capitán de la balsa, llamado Robin, decía:
"Este va a ser uno bueno". Lo que quería decir
con eso, era: "¡Todos vamos a quedar muertos!"
Finalmente, llegamos a Kermit Falls, lugar que
para nosotros fue el más violento a todo lo largo
del río. De repente, pareció que Robin había
perdido control de la balsa, justamente cuando
comenzamos a descender por los rápidos. La
balsa cambió de dirección y comenzó a ir de lado
en el peor de los momentos. Por un instante, me
sentí tentado a saltar fuera de la balsa. Realmente,
pensé que todos íbamos a morir. Entonces,
escuché el estruendo del motor de la balsa trabajando
al máximo. Me di cuenta de que Robin
había'cambiado la dirección de la balsa a propósito.
Entonces vi una enorme roca que se había
caído desde las paredes del gran cañón. Estaba
sobresaliendo por encima del agua en medio del
río. Por eso Robin había desviado la balsa. Lo
había hecho para que toda la fuerza del motor
pudiera empujamos alrededor de la peligrosa roca.
Si yo hubiera saltado fuera de la balsa, me habría
ahogado o podría haber sido aplastado contra la
roca.
A aquellos de ustedes que hoy en día están
cayendo por la cascada, les digo que resistan la
tentación a saltar fuera de la balsa. Dios sabe lo
que está haciendo. El tiene su balsa yendo de
lado por una razón. Aunque, tal vez, la reputación
de usted haya sido arruinada, se sienta deprimido
por una distancia de más de veintidós metros.
Cuando nos acercábamos a un lugar como
ésos, el capitán de la balsa, llamado Robin, decía:
"Este va a ser uno bueno". Lo que quería decir
con eso, era: "¡Todos vamos a quedar muertos!"
Finalmente, llegamos a Kermit Falls, lugar que
para nosotros fue el más violento a todo lo largo
del río. De repente, pareció que Robin había
perdido control de la balsa, justamente cuando
comenzamos a descender por los rápidos. La
balsa cambió de dirección y comenzó a ir de lado
en el peor de los momentos. Por un instante, me
sentí tentado a saltar fuera de la balsa. Realmente,
pensé que todos íbamos a morir. Entonces,
escuché el estruendo del motor de la balsa trabajando
al máximo. Me di cuenta de que Robin
había'cambiado la dirección de la balsa a propósito.
Entonces vi una enorme roca que se había
caído desde las paredes del gran cañón. Estaba
sobresaliendo por encima del agua en medio del
río. Por eso Robin había desviado la balsa. Lo
había hecho para que toda la fuerza del motor
pudiera empujamos alrededor de la peligrosa roca.
Si yo hubiera saltado fuera de la balsa, me habría
ahogado o podría haber sido aplastado contra la
roca.
A aquellos de ustedes que hoy en día están
cayendo por la cascada, les digo que resistan la
tentación a saltar fuera de la balsa. Dios sabe lo
que está haciendo. El tiene su balsa yendo de
lado por una razón. Aunque, tal vez, la reputación
de usted haya sido arruinada, se sienta deprimido
y esté preguntándose qué debe hacer, si escucha
con atención podrá oír la voz de aquel que le dijo
a David: "¡Confía en mí!"
Como resultado de mi experiencia en el río, y
de leer el Salmo 37, he aprendido a no inquietarme.
Le he confesado mi enojo a Dios, y le he
dicho: "Tú sabes lo que estás haciendo, aunque
mi balsa parezca estar fuera de control. Confiaré
en ti. Me deleito en ti. He encomendado mi
camino a ti. Ahora estoy 'descansando' en mis
circunstancias". Pero, entonces tuve que aprender
la más difícil de las lecciones. A medida que
mi esposa y yo leíamos otros Salmos, había una
palabra que continuamente saltaba a la vista. Era
la palabra "esperar".
"¡No, Señor! No quiero esperar. Quiero que me
ayudes ahora. Por favor, véngate de los que me
han hecho daño". Pero él dice: "Estad quietos, y
conoced que yo soy Dios" [Salmo 46:10]. Después,
él me guió a los últimos versículos del
Salmo 37, donde se nos dice: "Considera al íntegro,
y mira al justo; porque hay un final dichoso
para el hombre de paz. Mas los transgresores
serán todos a una destruidos; la posteridad de
los impíos será extinguida. Pero la salvación de
los justos es de Jehová, y él es su fortaleza en el
tiempo de la angustia. Jehová los ayudará y los
librará; los libertará de los impíos, ylos salvará,
por cuanto en él esperaron" (Salmo 37:37-40)."
Doctor James Dobson
con atención podrá oír la voz de aquel que le dijo
a David: "¡Confía en mí!"
Como resultado de mi experiencia en el río, y
de leer el Salmo 37, he aprendido a no inquietarme.
Le he confesado mi enojo a Dios, y le he
dicho: "Tú sabes lo que estás haciendo, aunque
mi balsa parezca estar fuera de control. Confiaré
en ti. Me deleito en ti. He encomendado mi
camino a ti. Ahora estoy 'descansando' en mis
circunstancias". Pero, entonces tuve que aprender
la más difícil de las lecciones. A medida que
mi esposa y yo leíamos otros Salmos, había una
palabra que continuamente saltaba a la vista. Era
la palabra "esperar".
"¡No, Señor! No quiero esperar. Quiero que me
ayudes ahora. Por favor, véngate de los que me
han hecho daño". Pero él dice: "Estad quietos, y
conoced que yo soy Dios" [Salmo 46:10]. Después,
él me guió a los últimos versículos del
Salmo 37, donde se nos dice: "Considera al íntegro,
y mira al justo; porque hay un final dichoso
para el hombre de paz. Mas los transgresores
serán todos a una destruidos; la posteridad de
los impíos será extinguida. Pero la salvación de
los justos es de Jehová, y él es su fortaleza en el
tiempo de la angustia. Jehová los ayudará y los
librará; los libertará de los impíos, ylos salvará,
por cuanto en él esperaron" (Salmo 37:37-40)."
Doctor James Dobson
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