Todos necesitamos de una manera u otra comunicarnos con aquel que nos dió la vida, Dios no quiere religión sino relación. El ha venido a buscarte para charlar contigo y ser tu amigo. Se ha hecho cercano a través de su Hijo, y por medio de él nos enseñó su carácter y forma de ser.
LA ETERNIDAD
"PUESTO QUE TOSDAS ESTAS COSAS HAN DE SER DESECHAS, COMO NO DEBEIS VOSOTROS VIVIR DE UNA MANERA SANTA Y PIADOSA". 2 Pedro 3:11
Muchos conflictos se solucionarían si tuviéramos en cuanta un poco más el hecho de que somos seres eternos, hechos a la imagen de Dios(que es eterno). El cuerpo físico quizás llegue un momento en que se destruirá, pero nuestro interior, nuestra alma, seguirá existiendo por siempre. Esto parece un poco irreal y con tintes fantásticos. Pero es la pura realidad, es lo que Dios dice en su Palabra, es lo que Jesus vino a enseñar y la misma naturaleza nos lo enseña.
Por ejemplo: en el momento en que un grano de trigo es sembrado en la tierra se descompone y se pudre con la humedad y el calor, pero de ese cuerpo "muerto" sale una espiga totalmente diferente al grano de trigo que se sembró pero con todo su vigor y lleno de vida.
O el milagro de la metamorfosis, de como un feo gusano "muere" y se transforma en una preciosa mariposa llena de colores y vitalidad.
Podría poner muchos más ejemplos de la naturaleza que nos enseña, como una buena maestra, que hay vida después de la muerte, nadie puede tener excusa, sean creyentes o no, porque lo estamos viendo por todos lados y a todas horas.
Que este mundo es infinito, al igual que su creador tambien lo vemos cuando observamos el vasto universo compuesto por miles de millones de constelaciones a las que el más potente telescopio no ha llegado aun o cuando observamos con el microscopio el universo minúsculo que se abre ante nuestra vista y que no podemos medir con exactitud porque no se llega al último átomo.
Y por esta razón creo que si el mundo que nos rodea es infinito tanto por arriba como por debajo y si la misma naturaleza me enseña que la materia no se destruye sino que se transforma, y si Jesús vino a enseñar que tenemos un alma inmortal y si todas estas cosas van a ser desechas, yo y mi casa serviremos a Dios puestos nuestros ojos en la eternidad.
Porque una cosa se, que lo que hagamos en este mundo, mientras estemos en este cuerpo, determina en gran manera donde vamos a pasar la eternidad. Y yo quisiera pasarla junto a aquel que tanto me ama que ha preparado un camino a través del cual yo pueda disfrutar de esa eternidad junto a Él.
(Juan 14.6)
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