"Quédate con nosotros, Señor, porque atardece;
que el camino es arduo, y fuerte el cansancio.
Quédate para decirnos tus palabras vivas
que serenan la mente y remueven el alma.
Aviva el rescoldo de nuestro pobre corazón,
disipa las dudas y quita el miedo.
Quédate y purifica rostro y entrañas;
abrasa nuestra tristeza;
danos esperanza.
Pártenos el pan de tu compañía;
ábrenos los ojos de la fe adormecida.
Quédate y renueva valores y sueños;
danos otra vez tu joya y tu paz.
Condúcenos siempre por el mundo, en la vida,
para ver tu rostro en las personas "heridas".
Quédate con nosotros, Señor, que el día ya decae,
que el camino es arduo, y fuerte el cansancio. Amén."
La sequía del alma.
Nuestra alma(pensamientos, sentimientos y voluntad) a veces pasa etapas en que está como muerta, seca, sin color, sin alegría. Estamos pasando por un desierto, eso es una realidada y no podemos engañarnos pensando que nunca nos vamos a sentir así. La vida está compuesta por momentos de gozo y alegría, por momentos de pena y llanto, pero tambien momentos en que no sentimos nada, donde todo se relentiza o se paraliza:
- no recibes respuesta a tus oraciones, el cielo se vuelve de bronce.
- todo lo que haces te sale mal
- estás desorientado y no sabes hacia donde guiar tu nave.
- se comete alguna injusticia hacia tu persona.
- lo que siembras no crece, al contrario parece que se seca.
- todo lo que dices cae en saco roto.
- los dias pasan muy veloces y te sientes que has perdido el tiempo.
- dudas vienen a tu mente, incluso dudas de Dios.
- te sientes desengañado de las promesas que te hicieron.
- tus amigos te han abandonado.
- haces o dices cosas de las que te arrepientes pero no las puedes evitr repetir.
- surge la amargura y empiezas a ser violento con los que te rodean.
- etc.
Desgraciadamente eso no fue así ¿cierto? Al contrario, has descubierto que más que un camino de rosas parece un camino de espinas, todo esto es cierto, pero a la vez tambien disfrutamos en este camino de la compañía de alguien que va a salir a nuestro encuentro, y nos encenderá el coraqzón de nuevo con la llama de la esperanza. Y entonces descubrirás que el invierno tambien es necesario y que despues de un tiempo de espera bajo la fria nieve, la primavera volverá a cubrir de flores tu vida.
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