"Bien pronto olvidaron ellos..."(Salmo 106).
Un mal muy común entre todos nosotros es que pronto nos olvidamos de los beneficios que recibimos de nuestro Padre. Es una asignatura pendiente.
No nos olvidemos de tantas cosas que hemos visto de parte de Dios hacia nuestras vidas, él nos rescató de nuestra vana manera de vivir, heredada de nuestros padres y nos hizo renacer a una vida nueva.
El estuvo con nosotros en la noche oscura y tuvimos de donde aferrarnos.
El nos dió aquello que era lo mejor para nosotros aunque no era lo que pedimos.
El nos guió en muchas ocasiones con señales y por Su Palabra.
El nos hizo nacer de nuevo en una familia nueva con muchos hermanos.
El nos está haciendo semejantes a Su Hijo.
Nos ha llenado de Su Espíritu Santo y nos da poder sobre nuestros enemigos.
El nos ha prometido grandes y preciosas promesas que son justas y verdaderas.
Nos ha dado una esperanza y nos guiará más allá de la muerte.
nos ha disciplinado como a hijos y nos hace herederos de Su Reino.
Su gracia nos ha sostenido y por su misericordia no hemos sido consumidos.
Y así podría seguir enumerando muchos más beneficios que hemos recibido del Padre. La lista sería interminable.
Piensa en algún otro beneficio que has recibido de Él y anótalo.
Si has alcanzado a disfrutar de alguno de estos beneficios, o de otros, no te canses de dar gracias a Dios y recuérdalos de vez en cuando para que no te olvides jamás.
Bendiciones.
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