“Sabiduría es más preciosa que el rubí..y nada que usted desea puede compararse con ella” Prov 8:11
Cuando Salomón vino a ser rey, él quiso ser tan grande como su padre David…pero el clímax de su prioridad no fue un reino más grande o complacer a la gente mejor que su padre.
Encuentro que el deseo de Salomón no fue tener más riquezas que su padre o ser más conocido que David..El deseo de él fue…ser sabio…y él le pidió sabiduría al Señor.
Salomón sabia que enfrentaría crisis en su reino y tendría que tomar duras y sólidas decisiones- Salomón complació al Señor por pedir sabiduría y no riquezas, porque al pedir sabiduría se estaba capacitando para gobernar al pueblo de Dios de la mejor manera posible.
Hoy necesito pedirle al Señor sabiduría también..de nada me sirve..agotarme este día en el trabajo queriendo ganar más y más dinero.
Comprar más y más cosas o ser más y más reconocido en el mundo de los negocios..si no tengo la sabiduría que Dios da. Hoy anhelo sabiduría más que riquezas y oro.
Qué es sabiduría? Sabiduría es lo opuesto a confianza en sí mismo. Sabiduría es tomar decisiones y seguirlas pero confiando plenamente en Dios.
En cualquier momento de este día necesito hacer quiebres para consultar con Dios y decirle: “Señor..estás en esto.” Señor: Quieres que se haga esto o no”. Recibir de él la orientación en la quietud del corazón. Señor: Hoy no quiero la vanidad de la vida. Hoy no quiero en la carrera desesperada de mi propia avaricia, olvidarme de buscar tu sabiduría.
La sabiduría que hoy necesito es más preciosa que el rubí..y ninguna cosa que pueda desear es comparable a ella.
Necesito tu sabiduría para tomar las decisiones fuertes que enfrentaré este día. Señor..Hoy quiero tener en mi corazón el mismo sentir de Salomón. No me des riquezas…ni fama….pero dame sabiduría.
Serafín Contreras Galeano
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