¡DAME DE TU AGUA VIVA!

Una mañana más me pongo a escribir desde este pequeño rincón de mi habitación, para expresar mis pensamientos sacados desde el rincón de mi alma.
Se que Dios no está en un rincón del alma, Él está, desde luego,  en el centro de mi corazón, pero desde aquí surgen meditaciones, anécdotas, enseñanzas, y todo tipo de expresiones que, en un momento dado, pueden ayudar a calmar la sed de algún peregrino que ande por las veredas polvorientas de este mundo llamado Internet.

Esta mañana está lloviendo en mi ciudad, no llovía desde el mes de Abril, hace como cinco meses, y esto me hace pensar que de la misma manera que cae la lluvia sobre la tierra seca y hace producir y dar fruto a esta. Así Dios riega nuestros corazones con el agua del Espíritu Santo y hace avivar en nosotros una nueva pasión por Él y comienzan a surgir de nosotros actitudes y sentimientos que vienen de lo alto y que nos llenan de frutos.
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Los frutos del Espíritu que son:  gozo, paz, amor, mansedumbre, templanza, paciencia...etc.; toda dádiva, y todo don perfecto procede de lo alto, del padre de las luces.
Pero para todo ello, debemos tener la actitud del ciervo sediento que brama por las aguas, tener esa hambre y sed de justicia, que nos lleve a clamar con desesperación como hizo aquel ciego de la biblia:
"¡Hijo de David ten misericordia de mi!"
o como exclamó Pedro cuando se ahogaba en las oscuras aguas del mar: ¡Sálvame que perezco!

Clama a mi y yo te responderé dice el Señor. Cuando elevamos nuestra mirada hacia arriba y le decimos a Él: "Señor, no soy digno de entrar en tu casa, no merezco nada, pero confiando en tus muchas misericordias vengo a ti y clamo que Tú me des de tu agua viva en este dia para que no vuelva a tener sed "
Este agua viva del Espíritu de Dios será en ti como un rio que brota de tu interior y cumplirá todas tus expectativas..

VEN ESPIRITU SANTO