EL JESUS QUE NOS GUSTA VER



Al mundo le encanta visualizar a Jesús totalmente despojado de su poder y autoridad. Por un lado se nos muestra a un Jesus pequeñito, envuelto en pañales, totalmente indefenso y falto de capacidades (sobre todo en la época de navidad).
Por otro lado aparece un Cristo medio muerto o muerto del todo clavado en una cruz y escarnecido al cual no le quedan fuerzas sino para exhalar su último aliento (esta imagen se venera mucho más en la época de Semana Santa).
Pero la verdadera naturaleza de Jesús no tiene nada que ver con estos estereotipos, que aunque fueron parte del plan de Dios para Jesús, no son  sino medios para un fin mucho más sublime. El verdadero Jesús, que también contempla la Escritura, es Dios mismo.
Dios se tuvo que disfrazar de hombre para pasar inadvertido entre nosotros. Pero Él es la esencia misma de Dios: todopoderoso, Rey, dueño absoluto, máxima autoridad. Señor de todo lo que hay en la tierra, y ante quien todo hombre doblará sus rodillas y más aun ante quien todos tendremos que dar cuenrtas algun dia.
El es la imagen del Dios mismo coronado Señor y Rey (Hechos 2.36)
Ahora ¿por qué el mundo no promociona esta imagen gloriosa de Jesús? porque si vemos a Jesús como Señor y dueño de nuestras vidas eso nos compromete a obedecerle, amarle y seguirle y pocos son los que están dispuestos a dejar su "barca" segura en la arena y vogar mar adentro en medio del viento y la tempestad confiando en que él estará con nosotros hasta el fin.


El peor sermón que predicó Jesús.

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