VULVE A CASA



Vuelvo a ti

Que linda decisión, la que tomó el hijo pródigo cuando se encontró pasando hambre y apacentando los cerdos de otro: "volveré a casa de mi padre..." ya que en casa de su padre había abundancia de pan.
Y es que lejos de la presencia de Dios, nos encontramos sin el sustento diario de nuestras almas, sin ese dulce maná en el desierto diario, sin el agua fresca que brota de la peña seca, sin el aliento de vida en momentos de soledad y muerte, en el valle de la desesperación. Sin los panes y los peces en abundancia, sin el vino nuevo en que se convierte el agua insípida de nuestras habilidades, sin la columna de fuego que nos guia en la noche, sin el buen pastor que guie nuestras torpes vidas, en fin sin tantas y tantas ventajas que conlleva estar en la casa de mi padre.

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