SERVICIO EN ACCIÓN






EL SERVICIO EN LA PRÁCTICA:

El amor fraternal nos lleva a estar juntos, esta es la mejor circunstancia para conocernos y descubrir nuestras necesidades. La necesidad de nuestros hermanos nos brinda la oportunidad de servirles, si tenemos la capacidad para hacerlo.

Servicio es amor en acción:
“Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?. Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.” 1 Juan 3:17-18.

Es la demostración de que en verdad nos hemos negado a nosotros mismos. Es liberarnos del atrapante circulo del egoísmo y de una estructura de vida egocéntrica e individualista. El amor ÁGAPE nos lleva a la comunión (KOINONIA) y la comunión al servicio (DIACONÍA).


·         Servir es la vocación de la Iglesia:

 leer : Mat. 20:20-28
La Iglesia es la extensión de Cristo. Es el Cuerpo de Cristo, su prolongación. Por eso tiene que ser la continuación de Cristo en la tierra. Todo lo que Jesús fue en su encarnación, lo es la iglesia en su misión actual y debe expresar a Cristo tal como él se manifestó al mundo.
Cristo no vino para ser servido, sino para servir. Lo más asombroso de la creación es que el Creador se hace SIERVO. La gran intención de la encarnación es el servicio. Cristo no viene para ser servido, sino para servir. Servir es identificarse con el necesitado, dar y darse. De igual modo, los discípulos de Jesús no están para ser servidos, sino para servir.
Jesús resalta el contraste que debe existir entre los gobernantes de este mundo y sus discípulos al decir:
 “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ella y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Más entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida por rescate por muchos”. Mat. 20:25-28.

Como Iglesia del Señor debemos encarnar el Espíritu de Cristo, que es espíritu de servicio. Somos sus discípulos y tenemos que ser como él. Cristo, siendo Dios, se hace siervo: Leer Fil. 2:5-9.

A sus discípulos Cristo dijo:
Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho vosotros también hagáis.” Juan
13:15.
Nuestra función o vocación esencial debe ser el servicio. Quien no conoce su  vocación, tampoco sabe cual es su función. Tiene una insatisfacción interior. Vive una permanente tensión entre lo que hace y lo que quisiera hacer. En cambio si reconocemos el hecho de que hemos sido diseñados para servir, vale decir que nuestra verdadera naturaleza es vivir para los demás, nos realizamos.
Al entender que la vocación esencial de nuestra vida es el servicio, descubrimos nuestra función y podemos entregarnos de lleno a servir a los demás como lo hizo
Jesús. Entonces experimentamos que “más bienaventurado es dar que recibir.



2-Precisamos tomar conciencia que somos SIERVOS:

Como discípulos de Cristo, debe formarse en nosotros esta conciencia, pues esto producirá efectos muy saludables. Señalamos algunos:

* Nos libra de una vida egoísta.

* Enderezará nuestras intenciones y les dará la motivación debida a todas nuestras acciones. Comprenderemos que predicar el evangelio a lo pecadores, enseñar a los discípulos, interceder por los hermanos, profetizar, disciplinar o aun reprender son todos actos de servicio.

* Mejorará la calidad y eficiencia de los oficios y profesiones que desempeñemos.
Todo trabajo sano se realiza para servir a la comunidad, no meramente para ganar dinero, todos los oficios, todas las profesiones cobran una dimensión de servicio.

* Cambia nuestra óptica, y en vez de sentirnos desdichados y considerar nuestras cargas y responsabilidades como males inevitables que debemos soportar, las veremos como circunstancias determinadas por la buena mano de Dios para que, al servir con gozo a los demás, la vida de Cristo se manifiesta en nosotros. Todo deseo y esfuerzo de superación personal deber ser con el fin de capacitarnos para un mejor servicio a los demás. Aun el cuidado de nosotros mismos será con el propósito de estar en mejores condiciones para servir.


3- Servir a los hermanos es servir a Cristo:

Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Entonces les responderá diciendo: de cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mi lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” Mat. 25:31-46.

Cada vez que ayudamos o servimos a un hermano, el Señor lo computa como si se lo hubiéramos hecho a él. Por lo tanto, al mirar a nuestro hermano debemos ver a
Cristo en él, y cada vez que nuestro hermano tiene alguna necesidad legitima debemos atenderlo y servirlo como si fuera Jesús.





4- ¿A quién debemos servir?:

El Señor nos enseña a amar a todos, y por lo tanto, servirles. Debemos servir a todos los que están en necesidad. Pero hay un sencillo orden de prioridades que resulta oportuno mencionar:

·         A los de la casa, a la familia:
Si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios”.
“…porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” 1 Tim. 5:4 y 8.

Nuestra primera área de responsabilidad se compone por: esposa/o, Hijos, padres ancianos, abuelos, parientes cercanos, etc…

·         A los de la familia de la fe:
Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos y mayormente a los de la familia de la fe.” Gál. 6:10.
Los hijos de Dios son nuestra segunda área de responsabilidad: ver también: Gál.
5:13; Heb. 6:10; 13:16; 1 Tim. 5:10; Hech. 4:34.

·         A todos, al prójimo:
Leer Luc. 10:25-37;: la parábola del buen samaritano. El Señor nos enseña a amar a todos y a ayudarlos cuando están en necesidad según nuestras posibilidades y las circunstancias y situaciones en que se presenten. Debemos servir aun a nuestros enemigos: Rom. 12:20.


5- ¿Con qué debemos servir?
Debemos servir con todo lo que somos y tenemos. Servir es dar la vida por nuestros hermanos. Servir es darnos a los demás. Servir es perder nosotros par que otros ganen. Servir es compartir lo que tenemos con los que no tienen y lo necesitan. El factor práctico más importante es disponer de nuestro tiempo.

SERVIR es DAR la VIDA, y en la práctica dar la vida equivale a dar tiempo a los demás. No meramente debemos dar de lo nuestro, sino dar más de nosotros mismos (aunque ello también involucra dar de lo nuestro).

Debemos servir a nuestros hermanos con TODAS NUESTRAS CAPACIDADES:

a.      con lo material:
Con nuestra casa, practicando la hospitalidad: Rom. 12:13; 1 Tim. 5:10; Heb.
13:2; 1 Ped.4: 9.
Con nuestros bienes y dinero:1 Juan 3:17; Efe. 4:28; Sant. 2:14-17.
Con colectas para ayudar a los pobres: 2 Cor. Cap. 8 y 9.
Regalando ropa, muebles, útiles, etc. De las que podamos prescindir y que otros les resultará sumamente necesarios.
Prestando lo que vemos que es de necesidad para otros y nosotros no usamos.


b- Con nuestras capacidades físicas, habilidades y energías:
Haciendo buenas obras: Tito 2:7; 3:8-14; Heb. 13:16.

c- Con nuestras capacidades afectivas:
Tenemos que prodigar a todos ,cordialidad, amabilidad, cariño, debemos brindar nuestro afecto y amor a todos los hermanos, ¿cuántos se encuentran huérfanos de amor y sano compañerismo?, debemos brindarnos con amor no fingido:
1 Ped.1:22 y Rom. 12:9.
 Debemos prestar atención a nuestros hermanos, interesarnos en ellos, especialmente en los más débiles y retraídos, apreciarlos, estimarlos, gozarnos con su alegría, sufrir con su dolor: Rom. 12:15.
Amado fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor.” 3 Juan 5-6.

d- Con nuestra capacidad intelectual y/o comercial:
Dios dota a algunos con mayor capacidad que otros y los rodea de circunstancias favorables que les permiten progresar, no es para que utilicen estas ventajas solo en ellos mismos, sino para ayudar a los hermanos a progresar.

e- Con nuestras capacidades espirituales:
Orando unos por otros: Efe. 6:18-Sant. 5:16; Enseñando y exhortando: col.
3:16; 1 Tes. 5:11;Ministrando a través de los dones: 1 Ped. 4:10; Rom. 12:6-8.
Aconsejando, orientando, exhortando, reprendiendo.


6- ¿Cómo debemos servir?

* No para ser vistos: Mat. 6:1-4;
* Motivados por el amor: 1 Cor. 13:3.
* Con alegría. Dios ama al dador alegre: 2 Cor. 9:7; 1 Ped. 4:9.
* Con fe y liberalidad: Luc. 6:38; Rom. 12:8; 2 Cor. 9: 6-15.



PARA PENSAR Y CONVERSAR:

  1. ¿Por qué servicio es amor en acción?

  1. ¿En qué áreas debemos servir?

  1. ¿A quién debemos servir?

  1. ¿Cómo debemos servir?



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