Los dos de Emaús


"¿No ardía nuestro corazón...?".Lucas 24.32

Estamos acostumbrados a escuchar muchos hablar acerca de Jesús o de la vida cristiana y de la Biblia. En internet hay mucha información al respecto. Por ejemplo, YouTube está saturado de reflexiones, predicaciones, pensamientos, videos impactantes que nos asombran, grandes predicadores electrónicos nos dejan asombrados con bastante desparpajo haciendo gala de sus capacidades dialécticas. Estamos saturados de voces que supuestamente hablan en nombre de Dios

Pero..., ¿Arde tu corazón cuando ellos abren las escrituras y nos muestran sus enseñanzas? Esa es la prueba numero 1 de que alguien está hablando con la unción del Espíritu. Algo dentro de nosotros se dispara cuando, entre tantas voces oímos la voz de Dios.

Entre tanta palabrería podemos escuchar esa dulce voz hablando a nuestro corazón. Aquí radica la verdadera unción, cuando al escuchar el evangelio sentimos dentro de nosotros un fuego que nos quema, pero no nos destruye. Lo que hace es separar lo carnal de lo espiritual, discierne los pensamientos y las intenciones del corazón, nos habla a la conciencia y allí dentro, en lo más profundo de tu ser, donde nadie te ve, se produce el milagro: sentimos como al abrir las escrituras nos vemos reflejados en ella, nos vemos desnudos ante aquel al que tenemos que dar cuenta, sin excusas y ahí es donde oímos la dulce voz del Espíritu Santo.

El puede hablarnos de diferentes maneras, pero normalmente lo hace como un soplo apacible un silbo suave al oído. 1 Reyes 19.12-13

Que en este día tus sentidos espirituales estén alerta para escuchar esta dulce voz, hablándote al oído cuando abras las Escrituras. Que puedas discernir la voz de tu amado entre tantas voces.



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