¡Qué frágil soy!
"sepa yo cuan frágil soy"Salmo 39.4
El salmista aquí esta expresando una necesidad imperiosa del ser humano. Conocerse a uno mismo. Saber nuestros límites, cual es nuestra verdadera naturaleza, quienes somos delante de Dios.
No podemos engañarnos a nosotros mismos creyendo que somos lo que no somos. Ni tener un concepto demasiado alto de nosotros mismos, ni demasiado bajo. Y para ello tenemos que auto evaluarnos, auto examinarnos, hacer un examen de conciencia.
El salmista, en otro pasaje de los salmos dice: “examíname Oh Dios y conoce mis pensamientos…” “…ve si hay en mí camino de perversidad y guíame por el camino eterno…” Salmos 139:23-24.
Esta es la manera de conocerse a uno mismo, dejar que Dios nos examine, nos pruebe y descubra lo que hay en nosotros. Y el resultado de ese examen ya lo sabemos: Desde los pies a la cabeza no tenemos nada bueno en nosotros mismos. “Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en ella parte sana, sino heridas, golpes y llagas recientes. No han sido curadas ni vendadas ni suavizadas con aceite.” Isaias 1.6
Esta es la radiografía de nuestras almas tal como Dios la ve. Por eso tiene misericordia de nosotros y , como el buen samaritano hizo con aquel hombre herido en el camino: Lucas 10.34, El también quiere vendar nuestras heridas y poner el vino de su palabra y el aceite de su Espíritu para suavizarlas.
y esto va en contra de la corriente humanista que dice que todos somos buenos en el fondo. La Palabra nos confronta con la realidad y si nos examinamos de nuevo veremos que realmente somos así como nos describe Isaias.
Que esta aplastante realidad de quienes somos, nos lleve a caer de rodillas ante El y clamar que él tenga misericordia de nosotros y nos sane. Lucas 18.13 Si ocurre esto se habrá cumplido el propósito de esta palabra.
¡Que Dios te de un buen dia!
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