En esta mañana traigo una enseñanza que para muchos puede ser revolucionaria y a mi me cambió la manera de ver a Dios y de ver mis faltas.
Quizás muchas veces has hecho algo que a Dios no le agrada y con mucho dolor en tu alma te has arrepentido, incluso con lágrimas, y entonces has sentido el perdón de Dios y paz ha vuelto a tu alma.
Pero al poco tiempo vuelves a caer en lo mismo, te sientes mal vuelves a pedir perdón y le prometes a Dios que nunca más volverás a hacerlo. Y como Dios es bueno y compasivo te perdona otra vez.
"Si confesamos nuestros pecados el es fiel y justo para perdonarnos..."
Y así una y otra vez, una y otra vez. Pero aunque El nos perdona y nos restaura todas las veces que sea, "para siempre es Su misericordia..." Lo que realmente Él desea es sanarnos de ese pecado, esa falta o ese hábito. (pornografía, ira, masturbación, mentira, celos, envidia, embriaguez, glotonería, robos, vanidad, tabaco,orgullo, enemistad, menosprecio, depresión, etc.).
Y la manera que Él ha determinado en Su Palabra para sanarnos es la confesión:
"Confesaos vuestros pecados unos a otros y orad unos por otros para que seáis SANADOS".Santiago 5.16.
Esto no se practica mucho en las iglesias, pero es una forma eficaz de hacer que los pecados ocultos salgan a la luz y seas sanado. Cuando un pecado es confesado a otra persona de confianza, sea tu consejero, tu amigo, tu esposo o esposa, o tu pastor. El enemigo ya no tiene el control, porque él controla en lo oculto, en las tinieblas, con las armas de la condenación.
Dios necesita hijos sanos que sean santos para hacer su obra, y las cosas ocultas impiden que seas sano, santo y que des fruto.
¿Te has preguntado alguna vez porque tu vida está estancada y sin frutos? ¿No será que hay algún pecado oculto que no has confesado a nadie y eso es un caldo de cultivo para la condenación, la depresión y la amargura que te quitarán toda tu energía para que no te queden fuerzas para nada más?.
¡Cuanto bien haría en las iglesias que todos confesaran sus pecados y oraran unos por otros!, eso sería revolucionario y el preludio de un gran avivamiento.
Ahora tú me dirás: "En mi iglesia no puedo contar nada íntimo a nadie porque nadie me da confianza, estoy seguro que si le cuento eso a mi amigo/a pronto lo sabrán todos". Y puede que sea verdad, no puedo garantizarte que tu secreto estará seguro y es una pena y denota una gran falta de madurez y de educación incluso de amor el divulgar las faltas de tu hermano, pero en algunas ocasiones hay que poner en la balanza si queremos ser sanos o si queremos guardar nuestra reputación y ser cojos emocionales toda la vida. Tú eliges.
"Renunciando a lo oculto y vergonzoso..."2ªCorintios 4.2.
Y ahora un texto que ha sido revolucionario para mi:
"El que encubre su pecado no prosperará pero el que lo confiesa y se aparta hallará misericordia" Proverbios 28.13.
Este texo, obviamente, no se refiere a confesar a Dios, porque para Dios no hay nada encubierto, él lo sabe todo. Así que para prosperar necesitamos confesar los pecados ocultos a otra persona, aunque sea algo vergonzoso que te está afectando tu vida espiritual, si hemos ofendido a alguien confesarlo a ese alguien y sobre todo confesarlo a Dios porque hemos pecado contra el cielo y contra Dios.
Se valiente y empieza el camino de la victoria sobre tus debilidades.
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