Tu identidad

“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios." Romanos 8:16.

“Y por cuanto sois hijos. Dios ha enviado a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama ¡Abba, Padre!” Gálatas 4.6-7, Gálatas 4.6-7

Un buen padre conoce a sus hijos, los ama y los considera, pero también les da una identidad, les pone nombre y los conoce a cada uno en particular por ese nombre, pero sobre todo les da su apellido y ese es el mismo para todos.

De igual manera nuestro papa celestial nos conoce a cada uno en particular y conoce nuestro corazón, lo más íntimo de nuestros pensamientos; pero también nos ha puesto un sello de identidad a todos por medio de Su Espíritu Santo. Este sello grabado en nuestro corazón, es un privilegio que solo es concedido a los que creen. Nos da el privilegio de ser llamados hijos: Juan 1.12

Y ese mismo Espíritu clama dentro de nosotros, de muchas maneras y sin ningún tipo de duda, y nos confirma que somos sus hijos.

Tambien, al tener Su identidad tenemos Su autoridad, como hijos de Dios podemos pedir y recibir de Él todo lo que necesitamos.

¿No te parece maravilloso? Muchas veces esto es lo único que nos puede mantener a flote en medio de nuestras dudas existenciales, cuando no tenemos respuesta a muchos interogantes o cuando pensamos que Dios nos ha abandonado, que ya no nos sentimos hijos, cuando hemos metido la pata o le hemos fallado en algo, 

pero piensa un poco: ¿Algún padre puede decir que su hijo deja de ser hijo porque le haya desobedecido o se haya alejado de él? Puede haber alguno que haya desheredado a su hijo por alguna razón de peso,pero aun así sigue siendo hijo de todas maneras. 

pero nuestro Padre celestial no es así, ¡nos va a seguir amando a pesar de nuestras debilidades y tropiezos! y su sello seguirá estando en nosotros.

El hijo pródigo se alejó del padre y malgastó su herencia. ¿Cómo crees que lo recibió su padre cuando volvió arrepentido?...Lucas 15.20

¡Que puedas disfrutar en este dia del perdón y del abrazo de tu papá y ejercer la autooridad de Hijo de Dios!